Fukushima: incógnitas sobre el posible relevo de la energía nuclear por la eficiencia energética y las renovables
05/04/2011 - 11:44
Artículo sobre el posible relevo de la energía nuclear por la eficiencia energética y las energías renovables tras el accidente nuclear en Fukushima.
Si bien todavía existe una gran incertidumbre en torno a los resultados finales del accidente nuclear en Fukushima, los inversores socialmente responsables (ISR) ya están en condiciones de evaluar los distintos escenarios de la energía a largo plazo tras este sobrecogedor acontecimiento.
Es probable que lo sucedido en Fukushima marque un antes y un después en las políticas en materia de energía, puesto que la confianza del público en la energía nuclear se ha visto seriamente perjudicada. Tras el accidente de Chernóbyl tuvieron que transcurrir 20 años antes de que la industria de la energía nuclear pudiera iniciar un ciclo de construcción.
Las respuestas de las políticas públicas tendrán que centrarse en mejorar la gobernanza y las normas de seguridad relativas a la energía nuclear, lo que redundará en un encarecimiento de dicha energía y, por consiguiente, en una pérdida de atractivo desde el punto de vista económico; todo ello irá en detrimento de la energía nuclear en la combinación energética mundial.
El gas natural y el carbón podrían favorecerse a corto plazo, pero son poco atractivos en términos del riesgo geopolítico (gas) y del alto contenido de carbono (carbón). Por tanto, es muy posible que a la larga las economías modernas recurran a la eficiencia energética y a las energías renovables con el fin de asegurar fuentes energéticas seguras y limpias. Dexia Asset Management (Dexia AM) cree que los inversores estarán preparados para pagar más por energías seguras y renovables, a la vez que irán restando crédito a la más arriesgada energía nuclear.
Compensación variable entre la demanda y las preocupaciones sobre seguridad
En la actualidad la energía nuclear genera el 6 % de la producción de energía primaria mundial y cerca del 15 % de la electricidad mundial. En términos absolutos, Japón es el tercer mayor productor de energía nuclear (después de Estados Unidos y Francia1). Aurélie Faure, analista ISR en Dexia AM, explica: "Con una población de 127 millones de habitantes, una economía moderna y sin acceso directo a recursos, en Japón se resumen los desafíos que enfrenta el mundo para asegurar su suministro de energía al tiempo que crece de manera sostenida".
A raíz de la crisis petrolífera, los países industrializados desarrollaron su capacidad nuclear para asegurar la independencia energética. No obstante, después de las catástrofes en Three Mile Island y en Chernóbyl, el crecimiento nuclear se paralizó en la década de 1990. Dos tercios de las plantas de energía nuclear que se encuentran en construcción se sitúan en China, Rusia e India, en donde los gobiernos cuentan con esta alternativa frente los combustibles fósiles para satisfacer sus necesidades de energía. En años recientes, la creciente demanda de energía, la necesidad de sustituir la capacidad y la lucha en contra del cambio climático han favorecido el "renacimiento" nuclear, siendo la energía nuclear (junto con la hidráulica) la única fuente de energía a gran escala capaz de funcionar sin emisiones de CO2 significativas.
Fukushima ha supuesto el retorno de las preocupaciones sobre seguridad
Con el terremoto de Tohoku y el tsunami que azotó la costa de Japón el 11 de marzo de 2011, los reactores en funcionamiento en la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi (operada y en propiedad de Tokyo Electric Power Co. (Tepco) se apagaron de forma automática. Sin embargo, la pérdida de suministro eléctrico externo provocó el fallo de los sistemas de refrigeración, que constituyen una parte vital de las plantas de energía nuclear. Las olas del tsunami dañaron los generadores diésel de respaldo, ocasionando un apagón en la estación.
Los niveles de agua que caían en los depósitos de presión expusieron las barras de combustible al aire. El fallo de energía evitó que circulara agua en los estanques de almacenamiento de combustible utilizado. Ambos factores aumentaron los niveles de radiactividad. Además, se utilizó agua de mar para tratar de enfriar los reactores. En todo el mundo crece la ansiedad en torno a la contaminación radiactiva.
Se desencadenan debates nacionales e internacionales sobre la seguridad nuclear
Lo acontecido en Fukushima reavivará los debates nacionales e internacionales sobre la seguridad nuclear. Como explica Laurent Milliat, analista ISR de Dexia AM, "La industria nuclear necesitó más de 20 años después de Chernóbyl para poder iniciar un nuevo ciclo de construcciones. Fukushima marca un giro en las políticas energéticas mundiales, ya que los nuevos requisitos de seguridad y la reticencia del público general posiblemente retrasarán o cancelarán una proporción significativa de la capacidad nuclear en desarrollo".
Numerosos países están reconsiderando las normas de seguridad que rigen la capacidad existente, sobre todo en la UE, mediante pruebas de resistencia. Ponen en duda las prolongaciones de vida útil de antaño y consideran el cierre anticipado de la capacidad antigua. Aun más importante para el futuro es que la nueva capacidad nuclear se verá obstaculizada por una mayor reticencia por parte del público general y local.
Las respuestas de los gobiernos a la creciente preocupación sobre el tema nuclear sin duda serán distintas (entre estados a favor y en contra de la energía nuclear). La reacción nuclear de cerrar algunos de los reactores más antiguos es un ejemplo de la importancia de la aceptación del público más allá de toda consideración electoral a corto plazo. En Francia podría desencadenarse un debate sobre la energía nuclear, y los japoneses ahora están seguros de que reconsiderarán su dependencia de dicha energía. Por su parte, Italia acaba de anunciar una moratoria de un año para la instalación de nuevas centrales nucleares. Incluso economías emergentes ávidas de energía como China e India han anunciado una reconsideración exhaustiva de su política nuclear. China ha suspendido la aprobación de nuevos proyectos nucleares y planea llevar a cabo inspecciones de seguridad en todas las plantas en construcción.
Los posibles resultados que generará el estudio de la seguridad podrían ser los siguientes:
- la armonización hacia niveles de normas de seguridad más altos en todo el mundo, prestando especial atención a la resistencia de los sistemas de refrigeración y a la contención de los estanques de combustible utilizado;
- vigilancia más exhaustiva de la exposición de las centrales atómicas a los riesgos por terremotos, tsunamis e inundaciones;
- gobernanza mejorada de las relaciones entre las agencias de seguridad independientes, los gobiernos y los encargados de las instalaciones nucleares (en vista de los acontecimientos ocurridos en Japón).
Es muy probable que, a medida que el coste de la industria nuclear aumente, la energía nuclear irá perdiendo rentabilidad, implicará gastos adicionales de capital, impuestos nucleares y mayores costes en concepto de eliminación de residuos nucleares a largo plazo.
Beneficiarios a corto plazo y soluciones a largo plazo
A corto plazo, es probable que la generación de energía flexible y a partir de gas sea la principal beneficiaria de la vigilancia más exhaustiva de la energía nuclear. Sin embargo, el riesgo geopolítico vinculado a la seguridad del suministro de gas continúa siendo un factor limitador. El carbón también será un sustituto de la capacidad nuclear, gracias a su abundancia y bajo coste relativo, pero el alto contenido de carbono presente en el carbón debería frenar su uso.
Después de Fukushima, los analistas ISR de Dexia AM esperan ver una política reforzada que se centre en la eficiencia energética y en las energías renovables:
1. Eficiencia energética: el aumento de los precios de la energía, impulsados en parte por el incremento en el uso de combustibles fósiles que emiten carbono, y mayores costes nucleares harán que los gobiernos promuevan las redes inteligentes y los esfuerzos a favor de la eficiencia energética, por ejemplo, en edificios;
2. Energías renovables: es probable que se acelere la inversión en la energía eólica, solar y de biomasa. "La tendencia secular es que los combustibles fósiles y la energía nuclear se encarezcan, aunque también es más cierto que nunca decir que las energías renovables se abaratan".
Tanto la eficiencia energética como las energías renovables podrían ser muy bien las verdaderas soluciones a largo plazo con las que cuenten las economías para realizar estudios más a fondo con el propósito de asegurar el suministro de energía segura y limpia.
Recomendaciones ISR de Dexia AM: eficiencia energética y actividades de generación de energía con especial atención sobre energías renovables: "En la actualidad, nuestro modelo patentado analiza los principales países que ya cuentan con instalaciones nucleares o que desean tenerlas2 con el propósito de evaluar su postura en materia nuclear tras lo acontecido en Fukushima", explica Aurélie Faure, analista ISR de Dexia AM.
En cada uno de estos países se evaluaron los siguientes factores:
1. La situación antes de lo acontecido en Fukushima: la necesidad, en materia nuclear, de aumentar o sustituir la capacidad instalada en el país, teniendo en cuenta posibles objetivos en relación al carbono y limitaciones financieras.
2. La situación tras lo acontecido en Fukushima: los cambios esperados en la política nuclear dependerán de la exposición al riesgo sísmico, los nuevos requisitos en cuanto a normas de seguridad y el resultado general esperado de los debates políticos.
3. El impacto de dichos cambios de política en la combinación energética nacional y mundial, con previsiones de que la capacidad nuclear sea sustituida por otras fuentes de energía.
Los resultados de este análisis se utilizan en nuestro enfoque "esencial" de "Best-in-Class", el cual favorece a aquellas empresas en cada uno de los sectores que: o brinden soluciones de energía eficientes; y o tengan actividades de energía bien diversificadas.
Por consiguiente, evitamos a quienes trabajan con sustancias nucleares puras (por ejemplo, las compañías mineras de uranio puro) y somos bastante estrictos en lo que respecta a servicios de suministro de energía de origen nuclear en términos de gobernanza, seguridad y gestión del agua y residuos. Así, por ejemplo, Tepco ya se encontraba fuera del radar ISR de Dexia AM por su historial de transparencia deficiente, al igual que todos los demás servicios públicos japoneses de energía nuclear, especialmente a causa de las controversias de seguridad suscitadas anteriormente (en particular, en lo relacionado con terremotos).
El enfoque temático "Green Planet" también favorece a las empresas más pequeñas que trabajan con sustancias puras, al invertir en empresas que ofrecen soluciones sostenibles a los desafíos ambientales. La eficiencia energética y las energías renovables constituyen los dos segmentos más amplios.
¿Puede el planeta permitirse dar la espalda a la energía nuclear? ¿Pondrá este accidente fin a los proyectos nucleares en la Tierra? En cualquier caso, la industria nuclear debe redoblar sus esfuerzos orientados a asegurar que la energía nuclear, en especial los reactores de tercera generación, sea una fuente de electricidad segura, fiable y sin carbono, garantizando el abastecimiento básico.
Isabelle Cabie, Jefa de ISR en Dexia AM concluye diciendo: "El accidente de Fukushima pone de relieve la importancia de la diversificación energética, así como la tendencia hacia energías renovables y sostenibles. Si bien es posible que la energía nuclear no desaparezca en un futuro próximo, sí es cierto que lo sucedido en Fukushima remodelará la industria nuclear y su economía. Los inversores estarán dispuestos a pagar más por energías seguras y renovables, a la vez que irán restando crédito a la más arriesgada energía nuclear".
Es probable que lo sucedido en Fukushima marque un antes y un después en las políticas en materia de energía, puesto que la confianza del público en la energía nuclear se ha visto seriamente perjudicada. Tras el accidente de Chernóbyl tuvieron que transcurrir 20 años antes de que la industria de la energía nuclear pudiera iniciar un ciclo de construcción.
Las respuestas de las políticas públicas tendrán que centrarse en mejorar la gobernanza y las normas de seguridad relativas a la energía nuclear, lo que redundará en un encarecimiento de dicha energía y, por consiguiente, en una pérdida de atractivo desde el punto de vista económico; todo ello irá en detrimento de la energía nuclear en la combinación energética mundial.
El gas natural y el carbón podrían favorecerse a corto plazo, pero son poco atractivos en términos del riesgo geopolítico (gas) y del alto contenido de carbono (carbón). Por tanto, es muy posible que a la larga las economías modernas recurran a la eficiencia energética y a las energías renovables con el fin de asegurar fuentes energéticas seguras y limpias. Dexia Asset Management (Dexia AM) cree que los inversores estarán preparados para pagar más por energías seguras y renovables, a la vez que irán restando crédito a la más arriesgada energía nuclear.
Compensación variable entre la demanda y las preocupaciones sobre seguridad
En la actualidad la energía nuclear genera el 6 % de la producción de energía primaria mundial y cerca del 15 % de la electricidad mundial. En términos absolutos, Japón es el tercer mayor productor de energía nuclear (después de Estados Unidos y Francia1). Aurélie Faure, analista ISR en Dexia AM, explica: "Con una población de 127 millones de habitantes, una economía moderna y sin acceso directo a recursos, en Japón se resumen los desafíos que enfrenta el mundo para asegurar su suministro de energía al tiempo que crece de manera sostenida".
A raíz de la crisis petrolífera, los países industrializados desarrollaron su capacidad nuclear para asegurar la independencia energética. No obstante, después de las catástrofes en Three Mile Island y en Chernóbyl, el crecimiento nuclear se paralizó en la década de 1990. Dos tercios de las plantas de energía nuclear que se encuentran en construcción se sitúan en China, Rusia e India, en donde los gobiernos cuentan con esta alternativa frente los combustibles fósiles para satisfacer sus necesidades de energía. En años recientes, la creciente demanda de energía, la necesidad de sustituir la capacidad y la lucha en contra del cambio climático han favorecido el "renacimiento" nuclear, siendo la energía nuclear (junto con la hidráulica) la única fuente de energía a gran escala capaz de funcionar sin emisiones de CO2 significativas.
Fukushima ha supuesto el retorno de las preocupaciones sobre seguridad
Con el terremoto de Tohoku y el tsunami que azotó la costa de Japón el 11 de marzo de 2011, los reactores en funcionamiento en la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi (operada y en propiedad de Tokyo Electric Power Co. (Tepco) se apagaron de forma automática. Sin embargo, la pérdida de suministro eléctrico externo provocó el fallo de los sistemas de refrigeración, que constituyen una parte vital de las plantas de energía nuclear. Las olas del tsunami dañaron los generadores diésel de respaldo, ocasionando un apagón en la estación.
Los niveles de agua que caían en los depósitos de presión expusieron las barras de combustible al aire. El fallo de energía evitó que circulara agua en los estanques de almacenamiento de combustible utilizado. Ambos factores aumentaron los niveles de radiactividad. Además, se utilizó agua de mar para tratar de enfriar los reactores. En todo el mundo crece la ansiedad en torno a la contaminación radiactiva.
Se desencadenan debates nacionales e internacionales sobre la seguridad nuclear
Lo acontecido en Fukushima reavivará los debates nacionales e internacionales sobre la seguridad nuclear. Como explica Laurent Milliat, analista ISR de Dexia AM, "La industria nuclear necesitó más de 20 años después de Chernóbyl para poder iniciar un nuevo ciclo de construcciones. Fukushima marca un giro en las políticas energéticas mundiales, ya que los nuevos requisitos de seguridad y la reticencia del público general posiblemente retrasarán o cancelarán una proporción significativa de la capacidad nuclear en desarrollo".
Numerosos países están reconsiderando las normas de seguridad que rigen la capacidad existente, sobre todo en la UE, mediante pruebas de resistencia. Ponen en duda las prolongaciones de vida útil de antaño y consideran el cierre anticipado de la capacidad antigua. Aun más importante para el futuro es que la nueva capacidad nuclear se verá obstaculizada por una mayor reticencia por parte del público general y local.
Las respuestas de los gobiernos a la creciente preocupación sobre el tema nuclear sin duda serán distintas (entre estados a favor y en contra de la energía nuclear). La reacción nuclear de cerrar algunos de los reactores más antiguos es un ejemplo de la importancia de la aceptación del público más allá de toda consideración electoral a corto plazo. En Francia podría desencadenarse un debate sobre la energía nuclear, y los japoneses ahora están seguros de que reconsiderarán su dependencia de dicha energía. Por su parte, Italia acaba de anunciar una moratoria de un año para la instalación de nuevas centrales nucleares. Incluso economías emergentes ávidas de energía como China e India han anunciado una reconsideración exhaustiva de su política nuclear. China ha suspendido la aprobación de nuevos proyectos nucleares y planea llevar a cabo inspecciones de seguridad en todas las plantas en construcción.
Los posibles resultados que generará el estudio de la seguridad podrían ser los siguientes:
- la armonización hacia niveles de normas de seguridad más altos en todo el mundo, prestando especial atención a la resistencia de los sistemas de refrigeración y a la contención de los estanques de combustible utilizado;
- vigilancia más exhaustiva de la exposición de las centrales atómicas a los riesgos por terremotos, tsunamis e inundaciones;
- gobernanza mejorada de las relaciones entre las agencias de seguridad independientes, los gobiernos y los encargados de las instalaciones nucleares (en vista de los acontecimientos ocurridos en Japón).
Es muy probable que, a medida que el coste de la industria nuclear aumente, la energía nuclear irá perdiendo rentabilidad, implicará gastos adicionales de capital, impuestos nucleares y mayores costes en concepto de eliminación de residuos nucleares a largo plazo.
Beneficiarios a corto plazo y soluciones a largo plazo
A corto plazo, es probable que la generación de energía flexible y a partir de gas sea la principal beneficiaria de la vigilancia más exhaustiva de la energía nuclear. Sin embargo, el riesgo geopolítico vinculado a la seguridad del suministro de gas continúa siendo un factor limitador. El carbón también será un sustituto de la capacidad nuclear, gracias a su abundancia y bajo coste relativo, pero el alto contenido de carbono presente en el carbón debería frenar su uso.
Después de Fukushima, los analistas ISR de Dexia AM esperan ver una política reforzada que se centre en la eficiencia energética y en las energías renovables:
1. Eficiencia energética: el aumento de los precios de la energía, impulsados en parte por el incremento en el uso de combustibles fósiles que emiten carbono, y mayores costes nucleares harán que los gobiernos promuevan las redes inteligentes y los esfuerzos a favor de la eficiencia energética, por ejemplo, en edificios;
2. Energías renovables: es probable que se acelere la inversión en la energía eólica, solar y de biomasa. "La tendencia secular es que los combustibles fósiles y la energía nuclear se encarezcan, aunque también es más cierto que nunca decir que las energías renovables se abaratan".
Tanto la eficiencia energética como las energías renovables podrían ser muy bien las verdaderas soluciones a largo plazo con las que cuenten las economías para realizar estudios más a fondo con el propósito de asegurar el suministro de energía segura y limpia.
Recomendaciones ISR de Dexia AM: eficiencia energética y actividades de generación de energía con especial atención sobre energías renovables: "En la actualidad, nuestro modelo patentado analiza los principales países que ya cuentan con instalaciones nucleares o que desean tenerlas2 con el propósito de evaluar su postura en materia nuclear tras lo acontecido en Fukushima", explica Aurélie Faure, analista ISR de Dexia AM.
En cada uno de estos países se evaluaron los siguientes factores:
1. La situación antes de lo acontecido en Fukushima: la necesidad, en materia nuclear, de aumentar o sustituir la capacidad instalada en el país, teniendo en cuenta posibles objetivos en relación al carbono y limitaciones financieras.
2. La situación tras lo acontecido en Fukushima: los cambios esperados en la política nuclear dependerán de la exposición al riesgo sísmico, los nuevos requisitos en cuanto a normas de seguridad y el resultado general esperado de los debates políticos.
3. El impacto de dichos cambios de política en la combinación energética nacional y mundial, con previsiones de que la capacidad nuclear sea sustituida por otras fuentes de energía.
Los resultados de este análisis se utilizan en nuestro enfoque "esencial" de "Best-in-Class", el cual favorece a aquellas empresas en cada uno de los sectores que: o brinden soluciones de energía eficientes; y o tengan actividades de energía bien diversificadas.
Por consiguiente, evitamos a quienes trabajan con sustancias nucleares puras (por ejemplo, las compañías mineras de uranio puro) y somos bastante estrictos en lo que respecta a servicios de suministro de energía de origen nuclear en términos de gobernanza, seguridad y gestión del agua y residuos. Así, por ejemplo, Tepco ya se encontraba fuera del radar ISR de Dexia AM por su historial de transparencia deficiente, al igual que todos los demás servicios públicos japoneses de energía nuclear, especialmente a causa de las controversias de seguridad suscitadas anteriormente (en particular, en lo relacionado con terremotos).
El enfoque temático "Green Planet" también favorece a las empresas más pequeñas que trabajan con sustancias puras, al invertir en empresas que ofrecen soluciones sostenibles a los desafíos ambientales. La eficiencia energética y las energías renovables constituyen los dos segmentos más amplios.
¿Puede el planeta permitirse dar la espalda a la energía nuclear? ¿Pondrá este accidente fin a los proyectos nucleares en la Tierra? En cualquier caso, la industria nuclear debe redoblar sus esfuerzos orientados a asegurar que la energía nuclear, en especial los reactores de tercera generación, sea una fuente de electricidad segura, fiable y sin carbono, garantizando el abastecimiento básico.
Isabelle Cabie, Jefa de ISR en Dexia AM concluye diciendo: "El accidente de Fukushima pone de relieve la importancia de la diversificación energética, así como la tendencia hacia energías renovables y sostenibles. Si bien es posible que la energía nuclear no desaparezca en un futuro próximo, sí es cierto que lo sucedido en Fukushima remodelará la industria nuclear y su economía. Los inversores estarán dispuestos a pagar más por energías seguras y renovables, a la vez que irán restando crédito a la más arriesgada energía nuclear".
Fuente:
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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