El grupo privado de energía nuclear Bruce Power, que ya proporciona una quinta parte de la electricidad de Ontario, acaba de solicitar, ante la Comisión canadiense de seguridad nuclear (CNSC), la autorización para construir cuatro centrales nucleares en Alberta, provincia del centro occidental.
Un proyecto presupuestado en unos diez mil millones de dólares canadienses (7 mil millones de euros) que permitirían instalar a largo plazo una potencia de 4.400 megavatios. Una estrategia que Bruce Power desea realizar basándose en la pequeña sociedad privada Energy Alberta, de la que acaba de tomar el control.
Se trata del primer proyecto nuclear en esta provincia que conoce un auge petrolífero sin precedentes gracias a la rentable explotación de sus arenas bituminosas. Pero esta extracción requiere enormes cantidades de energía para calentar las arenas. Una operación hoy muy contaminante, ya que técnicamente es dependiente de las grandes centrales de gas natural y de carbón, emisoras de CO2.
El Gobierno federal de Ottawa declaró la semana pasada que deseaba prohibir, a partir de 2011, la construcción de nuevas centrales térmicas de carbón si no se capturan sus emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de almacenarlos bajo tierra. Una exigencia que, según Duncan Hawthorne, presidente de Bruce Power, aumenta un 50% el coste de producción de cada megavatio-hora con relación a a la energía nuclear.
El presidente, por otra parte, destacó su voluntad de abrir el proyecto a todas las tecnologías actualmente disponibles, sin favorecer las de Atomic Energy of Canadá Limited (AECL) y su nuevo ACR-1000. El Canadá cuenta hoy con 18 reactores de tipo Candu (a base de agua pesada), y a penas garantiza un 15% de la energía del país, pero Bruce Power estaría dispuesta a estudiar proyectos competidores provenientes de Areva, Westinghouse o General Electric combinada a Hitachi.
A pesar de esta apertura, la neta soberanía de la nuclear canadiense por AECL no parece amenazada. Al contrario, en Neubraunschweig, una de las provincias marítimas del país que apuesta por el desarrollo energético global, acaba de terminar el estudio de viabilidad para la construcción de un segundo reactor ACR-1000 en Point Lepreau.
El actual, en funcionamiento desde hace veinte años, va a detenerse el 30 de marzo durante dieciocho meses para operaciones de mantenimiento y modernización. "Una operación de 1,4 mil millones de dólares canadienses a la cual Areva va a aportar su contribución a nivel de tecnología de la seguridad", precisó el fin de semana último Jack Keir, ministro de Energía de Neubraunschweig. Estos trabajos permitirán llevar la potencia del reactor de 640 a 780 MW.
Fuente:
Les Echos.
NotaLas arenas de alquitrán, conocidas también como arenas bituminosas, arenas de petróleo y en Venezuela como petróleo crudo extra pesado, son una combinación de arcilla, arena, agua, y bitumen. De las arenas de alquitrán se extrae un bitumen similar al petróleo el cual es convertido en un petróleo crudo sintético o refinado directamente por refinerías especializadas para obtener productos del petróleo. El petróleo convencional es extraído por medio de pozos mientras que los depósitos de arenas bituminosas son extraídos usando técnicas de seccionamiento de minería superficial, o se les hace fluir hacia pozos por medio de técnicas in situ que reducen la viscosidad del bitumen por medio de vapor y/o solventes. En promedio, el bitumen contiene 83,2% de carbón, 10,4% de hidrógeno, 0,94% de oxígeno, 0,36% de nitrógeno y 4,8% de azufre.