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No porque haya mucha discusión no se va a adoptar una decisión al respecto. En eso consiste el liderazgo. Ricardo Lagos Escobar ha estado durante dos días en Santander, España, debatiendo sobre energía. Para hacerlo se ha sentado a la mesa con personalidades como el ex mandatario de Estados Unidos Jimmy Carter.
En su calidad de presidente del Club de Madrid, Lagos lamenta que el mercado energético internacional se mezcle con temas políticos. Por eso, asegura que "no está en el debate" plantear la obtención de "gas por mar" en la relación con Bolivia. En ese sentido, recuerda que Rusia nunca le cortó el gas a Europa durante la guerra fría, todo lo contrario de lo que hace Argentina con Chile.
"El mercado energético se estropea cuando interviene la política", dice tajantemente.
En esta entrevista exclusiva con Diario Financiero, Ricardo Lagos también pide evaluar seriamente la producción de energía nuclear y espera que las exploraciones conjuntas anunciadas con Bolivia lleguen a buen puerto.
-Usted dice que no se debe mezclar el tema energético con el político. Eso es precisamente lo que ocurre en América Latina y lo que está sufriendo Chile.
-En el pasado conveníamos un precio y si yo lo pagaba, obtenía una fuente de energía. Ahora algunos piensan que además del precio se puede obtener algo adicional, y eso genera autosuficiencia energética, autarquía, lo que es una paradoja, porque se habla de integración en muchos ámbitos, menos en el energético. Si eso ocurre, el mercado energético no será el mejor de los sistemas. Si cada uno quiere la autarquía, tendremos costos mayores. Si se opta por la autosuficiencia y no por la integración energética, saldrá demasiado caro. El mercado energético se estropea cuando intervienen los intereses políticos.
-¿Es por esa mezcla de temas políticos y energéticos que Chile está sufriendo hoy una crisis en este ámbito?
-Hay una situación energética en el país por ciertos convenios que no se han cumplido, pero de ahí a decir que hay una crisis
Se está reemplazando el gas por petróleo y no ha faltado el gas domiciliario que es lo que siempre hemos dicho. Creo que se han tomado las medidas adecuadas.
-¿Entonces fue un buen o un mal negocio confiar en que Argentina, un país vecino, sería el proveedor de gas de Chile?
-Nadie confía, firma contratos. Lo que sí fue un buen negocio fue tener durante mucho tiempo gas y energía a precios muy baratos. Si el precio de la energía ahora está caro, pues lo está en todo el mundo. Lo que estamos haciendo es sincerar los precios.
-¿Cree que Chile debe evaluar la alternativa de la energía nuclear?
-Siempre me ha parecido que hay que abordar el tema de la energía nuclear con los suficientes conocimientos técnicos. No se puede demonizar ni creer que es la solución a todos los problemas, pero sí tenemos que reconocer que la energía nuclear, tecnológicamente hablando, está más cerca que antes: las plantas pueden ser menores y con un nivel de seguridad mayor. En Chile se ha conformado un grupo de trabajo que va a informar a la Presidenta y ese es el camino adecuado. Además, tenemos que ir viendo lo que está haciendo Brasil y Argentina. Ellos tienen la energía nuclear como parte de su matriz energética y han decidido renovar la energía nuclear en aquellos reactores que están llegando a su fin.
-¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de la energía nuclear?
-Está el viejo tema de la seguridad y qué hacer con los desperdicios. Esos son los dos grandes contra que tiene este tema, pero también hay un tema económico, para tener una mayor seguridad y que no se produzcan tragedias o accidentes. Desde el punto de vista de la contaminación, la energía nuclear es limpia, y eso es positivo. Y no es más cara, necesariamente.
-La discusión sobre la energía nuclear se politiza y se demoniza con facilidad.
-Yo estoy de acuerdo con eso, pero no porque haya mucha discusión no se va a adoptar una decisión al respecto. En eso consiste el liderazgo.
-¿No teme un rechazo de los ecologistas a esta discusión?
-Ojo, los verdes ahora se están convirtiendo en "nucleares", porque es una energía que no contamina.
-¿Cómo ve esta aparente lucha por el liderazgo político y energético en la región, con Brasil y su etanol por un lado y Chávez con su petróleo por el otro?
-Son posiciones absolutamente legítimas. Cada país tiene su propia matriz energética. Si usted tiene un país de la dimensión de Brasil y con sus condiciones agrícolas, estamos hablando de un continente. Es absolutamente normal que Brasil y el Presidente Lula digan que tienen tierras para producir biocombustibles y otras para producir alimentos. Probablemente otros países tienen que optar entre producir biocombustibles o alimentos, son países más pequeños y con dimensiones mayores. Si usted ve el nivel de población y de ocupación de la tierra en Europa y los compara con los de América Latina, no hay comparación, entonces la matriz energética también es distinta.
-¿Cuál es la matriz ideal para Chile entonces?
-Con la matriz que nos hemos dado, tenemos la suerte de contar con un 55% de generación eléctrica que es hidroeléctrica, lo que nos coloca como un país donde las fuentes renovables y limpias son muy altas. Tenemos un muy buen estándar y por lo tanto nos podemos dar el lujo, muy importante, de la apertura de plantas de gas natural licuado en Quintero y seguramente en el Norte Grande, y eso nos va a dar mucha más seguridad energética.
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