Vattenfall en la mira de la justicia
Un accidente en una central nuclear ocurrido hace dos semanas, sigue provocando olas. Aunque no representó peligro para la población, el consorcio energético sueco, Vatenfall, se encuentra en el ojo del huracán.
El accidente ocurrió en la central atómica de Krümmel, en la localidad de Geesthacht, unos 25 kilómetros al este de Hamburgo. La planta fue paralizada, lo mismo que una segunda central atómica ubicada en la región de Brunsbüttel, afectada por un cortocircuito. El siniestro reabrió el debate sobre la seguridad de la energía atómica en el país. La canciller Angela Merkel dejó en claro que no revisará la ley que fijó el cierre paulatino de las 17 centrales nucleares en actividad hasta el 2021
Con una orden de la fiscalía en la mano, investigadores se presentaron este viernes en la central nuclear de Krümmel, al norte de Alemania, para revisar oficinas e instalaciones que aclaren las condiciones en las que se desató un incendio el 28 de junio pasado, en el generador eléctrico que se encuentra fuera del reactor, cuyo humo penetró en el reactor mismo.
Cargos por negligencia Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Bomberos intentan apagar el incendio.
Los expertos parten del supuesto que el conductor del reactor sufrió envenenamiento, lo que, desde el punto de vista legal, ameritaría una acusación contra el consorcio por negligencia. Las autoridades del Estado de Schleswig-Holstein, en donde se encuentra la central nuclear, aseguraron que agotarán todas las instancias para llegar al fondo de las causas del siniestro y criticaron el hermetismo de la compañía energética sueca.
El consorcio ocultó inicialmente errores cometidos por su personal en la central de Krümmel, tan sólo se limitó a reportar un incendio en uno de los generadores eléctricos debido a una combustión del líquido de refrigeración, cuando al parecer también hubo errores en el manejo. La empresa tampoco informó sobre los problemas surgidos a la hora de volver a conectar la central de Brunsbüttel, el primero de julio, al parecer, también debido a negligencia del personal.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: La mayoría de los alemanes se oponen al uso de la energía nuclear, debido al alto riesto que representa. Presión política
No sólo las autoridades estatales han criticado la política de información del grupo. La misma canciller, Angela Merkel, hizo saber que sigue de cerca el proceso que podría conducir en un cierre prematuro de ambas centrales.
La planta de Krümmel, que entró en funcionamiento en 1984, es una de las que más incidentes ha registrado en Alemania en los últimos años, se prevé que apagará su reactor en el 2026.
Rodrigo González Fernández
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Renato Sánchez 3586
santiago-chile
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