"Los terroristas y sus partidarios siguen tratando de conseguir material
nuclear en el mercado negro. Esto requiere que nos mantengamos vigilantes.
Afortunadamente la mayor parte de los cientos de casos de la década pasada
consistieron en estafas o material inútil para un artefacto radioactivo.
Sin embargo, han ocurrido casos preocupantes, como el reciente decomiso en
Georgia de uranio altamente enriquecido (UAE) utilizable para un arma
nuclear..." escribe el secretario de Estado adjunto John C. Rood, en el
diario The Miami Herald.
A continuación una traducción el artículo del secretario Rood, publicado el
15 de junio de 2007 en el diario The Miami Herald. No hay restricciones
para su publicación:
(comienza el artículo)
Mantener las armas nucleares inaccesibles a manos erradas
Por John C. Rood
Vivimos en tiempos peligrosos y, posiblemente, la amenaza más importante
que enfrontamos es el posible terrorismo nuclear. El espectro de una nube
en forma de hongo sobre una ciudad o de las víctimas y el caos causados
por la explosión de un artefacto de dispersión radioactiva han conducido a
más de 50 países en el pasado año a sumarse a la Iniciativa Mundial para
Combatir el Terrorismo Nuclear (GICNB), que recientemente celebró su
tercera reunión.
La tecnología, conocimiento y materiales que se necesitan para producir un
arma nuclear se han hecho más accesibles. El desmantelamiento de la red de
A.Q. Khan fue determinante para frenar la difusión del conocimiento y su
aplicación, así como de los equipos que se precisan para producir material
de fisión y armas nucleares. Sin embargo y lamentablemente, la
proliferación de esas delicadas tecnologías ocurrió antes de que se frenara
a Khan y a sus colaboradores.
Los terroristas y sus partidarios siguen tratando de conseguir material
nuclear en el mercado negro. Esto requiere que nos mantengamos vigilantes.
Afortunadamente la mayor parte de los cientos de casos de la década pasada
consistieron en estafas o material inútil para un artefacto radioactivo.
Sin embargo, han ocurrido casos preocupantes, como el reciente decomiso en
Georgia de uranio altamente enriquecido (UAE) utilizable para un arma
nuclear
Ante este panorama, el deseo que tienen al-Qaida y otros grupos terroristas
de conseguir armas nucleares o artefactos nucleares improvisados es una
amenaza grave que debemos atender urgentemente.
Desde el 11 de septiembre la administración Bush ha respondido activamente
a esas amenazas:
Por ejemplo:
. En 2005, el presidente Bush y el presidente ruso Vladimir Putin acordaron
acelerar las actualizaciones en materia de seguridad en las bases nucleares
de Rusia y completarlas para fines de 2008. También impulsaron la
conversión de reactores de investigación en el mundo para que dejen de
utilizar UAE, reduciendo así las posibilidades de que este material usado
para fabricar bombas pudiera ser robado por terroristas;
. Hemos trabajado estrechamente con Rusia para asegurar y eliminar los
materiales nucleares como parte de los programas de Cooperación en la
Reducción de Amenazas, así como para ampliar dichos programas a países
fuera del espectro de la antigua Unión Soviética.
. En conformidad con GICNB, el Departamento de Recursos Energéticos ha
asegurado más de 540 sitios radiológicos vulnerables en el extranjero, los
cuales contienen más de 7,7 millones de curies - suficientes como para
crear 7.700 bombas de las denominadas sucias.
. Los programas para detectar material nuclear, entre ellos la Iniciativa
para la Seguridad de Contenedores, Megapuertos, Segunda Línea Defensiva y
la Iniciativa para Asegurar la Carga; refuerzan la capacidad de las
naciones para revisar si la carga contiene material radiológico, y se creó
la Oficina de Detección Nuclear Interna para instalar detectores en Estados
Unidos.
. El Convenio Internacional para la Represión de los Actos de Terrorismo
Nuclear y la Resolución 1540 del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas establecen bases legales y obligaciones adicionales para que los
países presenten ante la justicia a aquellos que faciliten el comercio
nuclear.
Más de 80 países participan en la actualidad en la Iniciativa de Seguridad
contra la Proliferación para interceptar el comercio de armas de
destrucción masiva (WMD) y de tecnología para misiles.
Sin embargo, todavía se necesitaba un mayor esfuerzo y por eso Bush y Putin
establecieron la GICNB hace un año. Con esta iniciativa hemos reunido a un
diverso grupo de naciones determinadas a contrarrestar el terrorismo
nuclear.
Entre el 11 y 12 de junio copresidí con Sergei Kislyak, viceministro de
Relaciones Exteriores de Rusia, la tercera reunión de la Iniciativa
Mundial, patrocinada por el gobierno de Kazajstán, en la que se
determinaron las actividades a cumplir durante el año próximo. Al mismo
tiempo Robert Mueller, director de la Oficina Federal de Investigaciones
(FBI), celebró una importante conferencia en Miami bajo la Iniciativa
Mundial a la que acudieron más de 500 oficiales encargados de aplicar la
ley procedentes de más de 20 países. La conferencia del FBI en Miami es una
de las casi 20 actividades que los estados participantes han aceptado
auspiciar en los dos años próximos para crear capacidad y cooperación.
Sin duda, al desafío del terrorismo nuclear no se le hará frente solamente
con estas reuniones. Pero al reunir a la comunidad internacional en torno a
una meta común, mejorar la capacidad de los estados para tomar medidas
concertadas y crear puntos en común, daremos importantes pasos para tratar
efectivamente la que posiblemente sea la amenaza más grande en el siglo
XXI.
(John C. Rood es secretario adjunto de Estado en la Oficina de Seguridad
Internacional y No Proliferación del Departamento de Estado de Estados
Unidos)
(termina el artículo)
(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del
Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web:
http://usinfo.state.gov/esp)
